AZULEJOS TEXTILES 2015

Muestra de Felipe Maqueira del 29 de setiembre al 11 de octubre de 2015

Cuadrilátero

Cuadrado

Cm 20x20

Cm 202

Fig.: Perfecto, cabal.

Transferencia divergente.

¿Azulejos de tela? Pensar en opuestos, en disparidades transgresoras es un enfoque valido de la creatividad contemporánea. Así lo concibió el curador A. Torres en una convocatoria del C.E.T.U. (Centro del Arte Textil del Uruguay) en el Museo Municipal del Azulejo de Montevideo. Allí F. Maqueira nos conmovió con una pequeña obra, fina y sugerente. La dimensión breve de la pieza, le permite una manipulación íntima y confidente. E l artista acumuló y superpuso prolijamente cortes de tela encontradas, de la misma superficie, el último que depositó fue un fuerte lienzo, plano y crudo. En la superficie del mismo fue realizando sucesivos recortes, rítmicos, en profundidad, llegando a los diversos extractos inferiores que fue recortando, calando, plegando. Descubre así, a la manera de arqueólogo. Los nuevos hallazgos visuales, los fijó con “alfileres de cabecita” que pasaron a formar parte de la obra. Puntadas libres, expresivas, muy “fait á main”. Los dibujos, productos del recorte evocan los de los azulejos clásicos de revestimiento, de remotas raíces árabe-mudéjares y los fabricados en la Villa de Desvres en Pais de Calais, Francia. Los ejercicios compositivos contenidos dentro del cuadrado son muchas veces mándalas ortogonales en los que juega un rol básico el centro, las medianas y las diagonales. Otras veces las composiciones son más libres. El artista además, repara en la obra de la artesana “gaucha”, Inge Spieker que retoma la antigua técnica de bordado realizado por artesanos árabes e la diáspora portuguesa, en el pueblo de Arraiolo. Sobre esta propuesta exitosa de F. Maqueira en el 2010 el artista comienza un proceso de seriación y estudio de piezas similares, realizando así una exploración e investigación propia, personal, que culmina con la colección que hoy presenta. F. Maqueira, hombre culto, docente universitario, disfruta creando con un oficio de largos años que domina y un tema que estudio con pasión en sus reiterados viajes y la importante documentación bibliográfica que posee. Cultura amplia que no escapa al teatro, la literatura y la música, como así su trayectoria como vestuarista teatral.

Textura y color.

Una opaca aspereza y un cuidado brillo, se alternan en una colorimetría sin estridencias, color culto, color europeo, color nuestro. Azules que vienen de ultramar, con finos y sutiles brillos de la “Ruta de la Seda”. Terracotas adamascadas de ligeros satinados, amarillos y oros viejos de Manises. Algodones, linos fuertes y crudos de sequedad bucólica. A veces, dameros oblicuos sobrevuelan airosos el colchón textil, y descansan como retazo de arlequín. (Pais de Calais) F. Maqueira integra actualmente como creador, la Biblioteca Textil, exponiendo en la Facultad de Arquitectura y el Museo Figari. Su obra trasciende lo meramente decorativo o formal, más allá de la belleza de espíritu barroco que la habita, para trascender en el ámbito conceptual con otras sutiles y secretas lecturas.

Alicatar, un largo camino....

De tiempos lejanos los azulejos, rescatados por la arqueología, los más antiguos, aparecen en la Mesopotamia, en el imperio Asirio, Persa, o en las murallas de Babilonia. Producción de las “Artes del Fuego”, estas pequeñas piezas de la alfarería vidriada, luego pasa al mundo árabe, para recaer en el siglo XIII en los reinos de la península ibérica. Se extiende por España y Portugal la arquitectura Mudéjar que reúne elementos artísticos cristianos y árabes. Ya en las colonias americanas se recurre al revestimiento azulejado de herencia europea. En el Rio de la Plata, marcan una fuerte presencia, los azulejos provenientes de las importaciones de Pais de Calais. Más pequeños que los españoles y portugueses, estas piezas miden cm 11xcm11, y el Museo del Azulejo, custodia una colección completa de los mismos, según catálogos de la fábrica productora. El acervo reunido con apasionado e inteligente esfuerzo por el especialista y director Arq. Alejandro Artuccio es de gran e indiscutido valor patrimonial.

Posee el museo ejemplares de los primeros azulejos uruguayos, provenientes de la fábrica de Francisco Aguilar y Leal de la Villa de Maldonado. Fue F. Aguilar (1838-1940) particularísimo canario, patriota en nuestro suelo, Alcalde, Senador, empresario ballenero, lobero, agrícola y hasta criador de gusanos de seda. Desconocemos el origen de la línea estética, pero hay diseños de superficie y algunos específicos para realizar guardas, de aspecto tosco, pero de dibujo académico, realizado por mano ingenua con poco oficio. También los azulejos “art nouveau” de estética inglesa, francesa, alemana e italiana motivaron F. Maqueira a reinventar su obra textil. Su “tapiz de azulejos”, recreado para el encuentro textil del C.E.T.U refleja al decir del curador, una fina atmósfera de poesía con finisecular con raíces románticas. El propio clima del fastuoso y decadente hotel del Lido, en la época que recrea Luchino Visconti en su film “Muerte en Venecia”. F. Maqueira, creador refinado y sensible necesita como muchos otros, espacios de más visibilidad de la obra, reales y virtuales en los nuevos soportes, para el goce estético más masivo de múltiples espectadores, a eso apostamos con esperanza. Gracias Felipe, por tu aporte sustancioso, e incondicional al textil nacional, hoy, más allá de todas las fronteras, por compartir tu sueño mágico y fantástico de “alicatar con telas”.

Prof. José Gómez Rifas.

Compartir