Presencias. Muestra de Silvia Villagrán

Hasta el domingo 8 de noviembre inclusive. Entrada Libre

Silvia Villagrán ( 8 de mayo de 1950) propone en esta exposición un recorrido por su pintura sin otra causa que la de reunir una nueva producción como testimonio de su compromiso de artista.

 

La pintura fue su primera expresión seria dentro de la plástica que practica y la llevó a abordar diferentes temas, relacionados con su entorno y con su compromiso de ser humano.

 

Sus “gordas” (sin discriminación), sus gatos (quizá lo más popular de su obra) y sus “Hombres” de sombrero y gafas, testimonian el mundo particular en el que se mueve, se vuelven recuerdos o presencias permanentes.

Sus “cabezas de desaparecidos” hablan de sus convicciones morales y espirituales en la persona y su valor como tal.

 

Su obra se desenvuelve en estos dos mundos porque encuentra en ellos la expresión más genuina que la identifica y donde puede hacer una obra personal e intransferible.

Tanto la pintura de caballete como el dibujo y los collages le sirven como medios para esta expresión que va desde lo cotidiano a la denuncia.

 

En sus “gatos” gordos y de colores diversos, como en las “gordas”, el “hombrecillo de sombrero y gafas” y los “paisajes”, se respira alegría y nostalgia, quizá dos sentimientos que viven en la `persona de la artista y que tiene necesidad de revivirlos.

Los gatos como su compañía más cercana, las gordas, un tiempo pleno de felicidad que se aloja en el pasado, el hombrecillo, la presencia permanente del amor, lo imprescindible y necesario para crecer. Por eso los vemos muchas veces en proporciones diferentes conviviendo en una misma tela como protagonistas de no se sabe qué, ligados por el color y relacionados por el orden de la composición.

 

En cambio, en los rostros sin fisonomía se percibe el vacío, lo ignoto, lo incomprendido, hace nacer el reclamo, el esfuerzo, y la pregunta. Son presencias de otro lugar que nos interpelan, nos cuestionan y nos comprometen. El color es lo único que los distingue dentro de esa repetición; todos parecen el mismo, como que todos han corrido una misma suerte.

 

Otros rostros con fisonomía, y sin identidad, realizados en técnica mixta, conjugan color y dibujo. El color acompaña el trazo (realizado la mayoría de las veces con pastel óleo), donde la artista suelta toda su fuerza y hasta la enmienda cobra el drama que los traspasa.

 

Lo gestual envuelve la línea del dibujo y no busca otra cosa que no sea el dibujo como tal, sin aditamentos que lo sostengan. Lo presenta sobrio, despojado de toda afectación.

 

Otro tanto hace con la pintura donde organiza el color sin miedo, en una paleta alta y atrevida (muchas veces) llena de matices que dan la calidad que siempre trata de buscar. En el plano texturado por diferentes capas se encuentran el color agregado directamente con el pomo, la pincelada de paleta y el raspado.

 

En estos últimos tiempos ha ensayado también, S. V. la pintura religiosa recreando pasajes Bíblicos de los Testamentos Antiguo y Nuevo, o incursionando en rostros de Santos y Santas que representa tiesos y enigmáticos, incorporando muchas veces el dorado, color que habla de lo trascendente, lo divino, lo Eterno.

 

Silvia Villagrán con esta nueva muestra da un paso más en la subida de aquellos que miran en el camino la huella de su paso

 

Ramón Cuadra Cantera.

 

 

Curaduría: Julio Mariño

Fotos: Robert Yabeck
 

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